http://www.elpais.com/articulo/opinion/Jueces/seres/supremos/elpepuopi/20090219elpepiopi_7/Tes
Ayer, en España, hubo una huelga sin precedentes de jueces que amenaza con ser un desastre en los más que caóticos juzgados.
Los que por una u otra razón hemos tenido que lidiar con juzgados y juzgadores, hemos sentido la insignificancia de nuestra persona con respecto a esos seres supremos, casi deidades, a los que su más que notable arrogancia les impide escuchar lo que los anodinos ciudadanos quieren exponer para que su juicio sea justo.
Semidioses a los que he visto ausentes en juicios dedicándose a mirar las puñetas de sus mangas o a ordenar carpetas mientras, teóricamente, escuchan una declaración. Magistrados inaccesibles fuera de una sala de vistas que usan como intermediario a un secretario para hacer más evidente esa aura con la que parecen estar dotados. Salvo escasas y honrosas excepciones, los ciudadanos nos topamos con este tipo de juzgadores y es sorprendente que sean ellos los que promuevan una huelga, cuando somos el resto de la sociedad, personas corrientes pero personas, las que padecemos su indiferencia y menosprecio. El hartazgo en lo concerniente a la justicia es nuestro, pues parece que cuando uno se coloca la toga de magistrado se olvida de que para dictar sentencia como es debido se debe escuchar y tratar al juzgado con diligencia y respeto, sin despreciarle con desaires, pues en sus manos está, en más de una ocasión, su futuro.
diumenge, 22 de febrer del 2009
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