diumenge, 14 de setembre del 2008
Carta de dos niñas a Bibiana Aído
Sra. Ministra de Igualdad:
Quisiéramos que se enterase de que somos dos niñas pequeñas pero no tontas, no somos mercancía de negocio de mama hacia papa por querer lo mejor para nosotras. Nuestra mamá nos alejó de papá con muchas mentiras que la juez se creyó, un día dejamos de ser despertadas por papá, ya no nos daba de comer papá, ni nos dormíamos con papá, ni nos llevaba papá al colegio, ni comía con nosotras en el comedor.
¿Usted puede entender nuestro sufrimiento?? y espere, que le seguimos contando para que vea que hace mamá y la juez se lo tolera, después de volver de vacaciones con mi papá, mamá nos coge y nos traslada a 500 km. de distancia, nos pasamos todo el viaje llorando, Sí, no se lo puede ni imaginar, nos cambia de colegio, de amigas, de todo lo que queríamos y si veíamos a nuestro papa todos los lunes, miércoles y viernes, fines de semana alternos, y muchos días festivos, lo dejamos de ver.
Nuestra mamá nos contaba mentiras del trabajo y del dinero, y aunque seamos pequeñas nos acordamos y sabemos la verdad. Por si no nos cree, no solo nos hace eso mamá, sino que ahora no la vemos a ella tampoco, pues tiene que trabajar tanto que estamos de casa en casa, y con personas que no nos quieren como nuestro papá, piense por un momento que siendo tan niñas, hemos estado abandonadas por mamá, cuando papá siempre estaba con nosotras, ayudándonos en los deberes, acompañándonos a los espectáculos y fiestas, usted cree que eso es bueno para nosotras??
Hemos sido entrevistadas por jueces, abogados, psicólogos y trabajadoras sociales, con menos de 10 añitos que teníamos, porque siempre hemos querido vivir donde nacimos, estar cerca de nuestro papá, de nuestra yaya, en nuestras habitaciones, y por si no lo sabe, me han cambiado de idioma en el colegio nuevo y ahora me cuesta mucho estudiar, pues leo pero no entiendo, en este colegio tengo las asignaturas en otro idioma que el mío, usted ya me entiende, espero, porque nuestro papá siempre nos a cuidado más que nuestra mamá, pero por eso no queremos menos a mamá, solo que somos más felices con papá, y así se lo hemos explicado a todos, aunque mamá se haya enfadado, pero ahora ya tenemos tanto miedo que no sabemos que decir, y lo que es peor, no sabemos lo que esta bien ni mal.
Mamá nos pega, nos araña, nos chilla, nos desgarra camisetas, y según vemos debemos vivir con mamá cuando papá jamás nos hace eso, nos da buenos consejos y nos enseña a divertirnos con muchas aficiones.
Mamá nos cambió de un buen colegio concertado a un colegio público, me obligó a convivir con mis tíos y mi prima en un piso muy pequeño, cuando con mi papá vivo en mi habitación y mi hermana y yo no discutimos ni nos pegamos como en el piso de mamá.
Hace un año un juez nos entrevistó y por lo que vemos no sirvió para nada, pues sigo viviendo con mi mamá, que no se olvide que la quiero mucho, pero con nuestro papá somos más felices y estamos seguras que el día de mañana hubiéramos sido mejores mujeres de bien.
Espero que algún día nos pueda explicar porque hemos tenido que abandonar el domicilio familiar, cambiar de colegio, dejar de ver a diario a nuestro papá, obligarnos a vivir donde no queremos, y sobre todo explicarnos porqué no nos habéis dejado vivir con papá, hemos sufrido muchísimo, hemos ido tristes al colegio, hemos tomado tratamientos de ansiolíticos, hemos acudido a urgencias en 8 ocasiones en menos de dos años, y no hemos dejado de tomar medicamentos por muchos motivos, le podríamos contar muchas más cosas, pero si a nuestro papá, que es un buenísimo papá no le habéis hecho ni caso mucho menos nos vais hacer caso a nosotras, este nuevo ministerio vale para que nuestro papa sea igual que mamá??
Etiquetas:
constitucionalitat,
custodia compartida,
discriminació,
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violència
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