dijous, 5 d’agost del 2010

LAS HAY, y lo dice EL MINISTERIO DE JUSTICIA.

Guillermo Tell ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Andalucia:"No hay denuncias falsas" en los proceso...":

LAS HAY, y lo dice EL MINISTERIO DE JUSTICIA.

El gobierno acepta que 3.535 hombres fueron denunciados en falso por Violencia Doméstica en 2007
Escrito por: denunciasfalsas el 20 Abr 2008 - URL Permanente
Según el Observatorio de Violencia de Género http://www.observatorioviolencia.org , durante el año 2007 se iniciaron 176.793 asuntos penales por Violencia de Género. Léase el siguiente documento, página 2:

Datos_JVM_corregidos_año2007.pdf

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar acepta que sólo el 2% de las denuncias sobre Violencia de Género son falsas, una ínfima parte nos dice, en otros tipos de delitos las denuncias falsas pueden llegar al 8%, pero esto supone que 3.535 hombres han sido denunciados en falso durante el año 2007.

Para el gobierno no tiene importancia que 3.535 hombres hayan sido tratados como criminales, detenidos, pasando noches y dias en calabozos, criticados por la sociedad, señalados en sus trabajos, despojados de sus hijos, martirizados con procedimientos penales en los que parten de culpables y deben demostrar su inocencia. En otros tipos de delitos, el denunciado parte con presunción de inocencia a su favor, en Violencia de Género, el denunciado parte como culpable sin presunción de inocencia.

Esos 3.535 hombres denunciasdos en falso en 2007 solo representan un coste soportable.

Los que estamos investigando esta barbarie porque por un motivo u otro nos ha tocado y nos ha echo protagonistas en mayor o menor grado, sabemos que en la realidad, las denuncias falsas son superiores al 2% del total. ¿Cuanto más? No se puede saber, los organismos feminazis se ocupan de ocultar la realidad para que se pueda conocer el alcance de esta atrocidad social

Además de vivir de nuestros impuestos parece que conforme a lo que indican las instancias políticas superiores, es mentirosa, supuestamente prevaricadora, injusta y provocadora. En definitiva, un peligro público para la convivencia, una inadaptada social, una radical, extremista que el último lugar donde debería estar es ejerciendo un cargo púsblico o cualquier otra tarea que requiera responsabilidad.

Ante una realidad tan evidente, lo suyo es una provocación feminista.